EL MUNDO CONTRA EL BLOQUEO
A fines de octubre del 2024, los países miembros de las Naciones Unidas dieron nuevamente en la Asamblea General un apoyo casi unánime a la resolución 78/7 “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”. Como ocurrió en otras 32 ocasiones en el pasado, se ha realizado esa votación con base a un informe que actualiza las acciones, los efectos y los daños materiales que causan la aplicación de numerosas medidas. Este año, 187 países votaron a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y uno se abstuvo (Moldavia). Pero tan extraordinario nivel de consenso internacional no tiene consecuencias directas sobre la posible eliminación del bloqueo.
El informe presentado por Cuba este año recorre el período comprendido entre marzo de 2023 y febrero de 2024 (MINREX, 2024), espacio de tiempo en el que las acciones de bloqueo costaron a la isla 5056,8 millones de dólares, lo que representa un incremento de 189,8 millones respecto a la cifra reportada en el informe del 2023. Los “daños acumulados durante más de seis décadas de aplicación de esta política a precios corrientes, ascienden a 164141,1 millones de dólares y si se utiliza el cambio del dólar respecto al valor del oro en el mercado internacional, el bloqueo ha provocado perjuicios cuantificables por más de 1 billón 499 mil 710 millones de dólares” (ibíd.).
Resultado de la votación dela Asamblea General de Naciones Unidas que aprueba la resolución que pide por el fin del embargo sobre Cuba (octubre 2024). Foto tomada de pensa-latina.cu
Es una guerra silenciosa que incluye la “persecución tenaz […] de toda gestión económica en cualquier parte del mundo” (Castro, 1994). En Estados Unidos se gestan regulaciones, nuevas medidas, planes de sabotaje económico orientados a las industrias estratégicas, acciones violentas, y se despliega una incesante campaña de calumnias y difamación para cerrar de forma intencionada las vías de acceso naturales y lícitas al desarrollo económico y social.
Para comprender el bloqueo hay que conocer la historia y los detalles del conflicto entre Estados Unidos y Cuba (Arias, 2023). No obstante, hay momentos singulares entre los que se encuentran la cancelación de la cuota azucarera cubana destinada al mercado estadounidense en junio de 1959, la prohibición en febrero de 1962 de importar mercancías de origen cubano mediante la aplicación de la Sección 620a de la Ley de Ayuda Extranjera aprobada por el presidente John F. Kennedy, en septiembre de 1961, la extensión de sanciones a terceras naciones donde radiquen subsidiarias de empresas estadounidenses y a los barcos que comerciaran con Cuba a partir de la aprobación de la “Ley para la Democracia en Cuba” o Torricelli en 1992, el afianzamiento y recrudecimiento de las sanciones con la “Ley para la Libertad y la Solidaridad cubanas” o Helms Burton de 1996. Cada una de las acciones demuestra una profunda vocación injerencista al pretender definir el sistema político, económico y social que debería tener la isla, obviando el derecho inalienable del pueblo cubano a determinar de forma independiente su proyecto nacional.
A lo largo del tiempo crecieron las prohibiciones y las sanciones, así como nuevas regulaciones con las leyes de presupuesto federal y la Ley de Reforma de las Sanciones Comerciales y Ampliación de las Exportaciones del año 2000. Durante el primer gobierno de Donald Trump se adoptaron 243 medidas adicionales contra Cuba para limitar al máximo la capacidad de maniobra y provocar el mayor sufrimiento posible. Entre esas medidas están la eliminación de los viajes de los cruceros y de vuelos de aerolíneas estadounidenses a toda la isla, exceptuando a La Habana; la cancelación de los servicios consulares en Cuba y su ubicación en terceros países; el impedimento de realizar transacciones bancarias; la limitación primero y cese después de las transferencias bancarias de ciudadanos (privados) y el cierre ulterior de las operaciones de la empresa Western Union; las sanciones a empresas cubanas; la persecución de petroleras, aseguradoras, navieras, e incluso tripulaciones que transportaban gas licuado o petróleo a la Isla.
Las medidas del presidente Trump se reforzaron con la inclusión de Cuba en una lista de estados que patrocinan el terrorismo internacional (Ramírez, 2017). En su conjunto, además de afectar las relaciones bilaterales, sentaron las bases de un escenario adverso para los viajes, el comercio en ambas direcciones y las finanzas internacionales.
El conjunto de las medidas coercitivas aplicadas contra Cuba es considerado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos como el más completo, prolongado, arbitrario y dañino bloqueo aplicado hasta hoy (CDH, 2024). El Departamento General de Contraloría del Gobierno de Estados Unidos (USGAO, 2007) de igual forma lo considera “uno de los conjuntos más completos de sanciones impuesto por Estados Unidos a cualquier país, incluidos los demás países designados por el gobierno estadounidense como promotores del terrorismo”.
Memorando de acción de seguridad nacional No. 23 de febrero de 1962, en el que McGeorge Bundy recomienda al gobierno que se embarguen las exportaciones de Cuba a los Estados Unidos. Fuente Wikimedia Commons.
Tanto las sanciones, como la designación de país patrocinador del terrorismo, limitan las normales relaciones económicas y el libre comercio. Para sobrevivir, Cuba debe recurrir a intermediarios para acceder a determinados productos, pagar más por concepto de seguro, flete, comisiones y tasas, lo cual eleva de manera sustancial y antinatural los costos de oportunidad y de transacción.
Cuando se examina el alcance del bloqueo y los daños que causa, puede apreciarse que es una violación del derecho internacional y prueba del desprecio de la clase política en Washington por los derechos humanos de varias generaciones de cubanos. Como conjunto de instrumentos legislativos, judiciales y administrativos que persigue el objetivo de doblegar la voluntad de una nación, no cumple con las bases ético-jurídicas del derecho internacional. Poco a poco han internacionalizado la guerra económica a partir de crear las infracciones sancionables, perfeccionar los métodos para descubrir las violaciones a la norma, revelar los infractores, sancionarlos y estigmatizarlos con lo cual manipulan las percepciones y preferencias de los individuos.
Las decisiones políticas respecto a Cuba y las acciones que las ejecutan, utilizan a su favor la coerción, la coacción, y la manipulación en el moldeado de la opinión pública y el comportamiento humano. La idea es infundir miedo y disciplinar mediante la amenaza permanente a lo más valorado por los seres humanos, incidir en ellos para que se abstengan de realizar actos que vulneren las normas o que resistan el bloqueo por temor al castigo que recibirán.
Paulatinamente, fueron creando una realidad paralela caracterizada por el “miedo derivativo” (Bauman, 2010), con efectos económicos, psicológicos y sociales en la conciencia de los actores directamente afectados. Las experiencias angustiosas que sufren empresarios y gobiernos interesados en comerciar o simplemente mantener relaciones de cooperación con Cuba provocan en ellos sentimientos de inseguridad, vulnerabilidad e indefensión, y al mismo tiempo, manipulan las percepciones y preferencias de terceros para mantenerlos alineados y que acepten la protección y seguridad que la súper potencia hegemónica les ofrece.
La realidad paralela construida también determina que el Congreso estadounidense, el presidente de aquel país y sus seguidores, piensen que es posible vencer la capacidad de resistencia y la firmeza de las posiciones del gobierno y el pueblo de Cuba. A la guerra económica, añaden la guerra cultural, donde usan descalificativos (enemigo, estado inferior o fallido, violador de los derechos humanos, patrocinador del terrorismo y otros), noticias falsas y campañas dañinas que pretenden justificar el castigo y el aislamiento, y restar valor como nación soberana capaz de tomar sus propias decisiones.
Diversos factores de carácter interno y de corto plazo tienen una incidencia directa en la política exterior estadounidense. La política respecto a Cuba es anacrónica, contraproducente y antipopular. En el Congreso de los Estados Unidos, varios legisladores se han manifestado en contra del bloqueo a Cuba por considerarlo ineficaz y que perjudica tanto al pueblo cubano como a los intereses estadounidenses. Ellos abogan por una política de compromiso para normalizar las relaciones comerciales entre ambas naciones a partir del diálogo respetuoso, basado en la igualdad soberana, que mejore el clima bilateral y permita avanzar hacia la normalización de los vínculos entre los dos países. Estas posiciones proponen un enfoque más constructivo y menos punitivo que facilite la convivencia y el normal desarrollo de las relaciones. Cabe reseñar la solicitud realizada por 46 congresistas al presidente Joseph Biden a favor de revertir la designación de Cuba como país supuestamente patrocinador del terrorismo, al tiempo que reconocen el papel del Gobierno cubano en los acuerdos de paz en Colombia (PL, 2024).
El líder cubano Fidel Castro Ruz durante su alocución en la Asamblea General de Naciones Unidas de 1979. Fuente: Wikimedia Commons.
Pero solo mediante un acuerdo del Congreso puede eliminarse el bloqueo, lo cual lo convierte en algo prácticamente imposible de alcanzar por algún gobierno en la actual coyuntura. Cualquier acuerdo para flexibilizar el bloqueo choca con la barrera impuesta por la narrativa anticubana, donde no existen restricciones. Steve Bannon, asesor del presidente Trump durante su primera presidencia, estratega político e inspirador del conservadurismo, plantea que, en la guerra narrativa, hay que “olvidarse del ruido y centrarse en la señal” (Brooks, 2024), es decir, destruir a Cuba.
El bloqueo incluye prohibiciones para exportar/re-exportar e importar/re-importar bienes, servicios o tecnología o que contenga más de un 10 % de componentes de origen estadounidenses a Cuba y de componentes de origen cubanos a Estados Unidos.
Por si esto no fuera suficiente, también limita transacciones financieras que impliquen al gobierno, las empresas o los ciudadanos cubanos, el otorgamiento de asistencia, préstamos y créditos, mantener cuentas en dólares en bancos de terceros países o realizar transacciones en esa moneda. Prohíbe el envío de donaciones humanitarias, salvo las autorizadas con licencia por el Departamento de Comercio y la OFAC conjuntamente, además de restringir el envío a Cuba de remesas.
Un informe sobre los daños del bloqueo (OXFAM, 2021), reconoce que la acción combinada de las medidas “son desestabilizantes y generan en los seres humanos situaciones de estrés permanente debido a las necesidades insatisfechas, las carencias materiales y el tiempo invertido en buscar alternativas a los problemas. Limita los vínculos con familiares que viven en Estados Unidos, restringe los intercambios académicos, científicos y culturales, además de obstaculizar la ejecución de proyectos personales, todo lo cual afecta su calidad de vida”.
Las limitaciones en la disponibilidad de divisas, insumos, fertilizantes, maquinarias, combustibles, productos químicos y tecnologías, así como la cancelación de operaciones comerciales, acciones de cooperación y proyectos inversionistas, junto a la imposibilidad de contratar navieras ha interrumpido la llegada al país de suministros para la producción de bienes y servicios destinados a la población. La fuerte contracción de la agricultura, la industria y el turismo, frenan las potencialidades e impiden el crecimiento de la economía (Fonseca & Carmona, 2024).
La injusta inclusión de Cuba en la Lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo por parte de los Estados Unidos, endurece aún más las limitaciones y prohibiciones que se aplicaban desde antes al país en virtud del bloqueo, a la vez que refuerza los efectos disuasivos e intimidatorios hacia terceros en sus relaciones con la isla. Dificulta las operaciones en el sector bancario-financiero, el comercio internacional, el acceso a créditos y a los canales de suministro (Fonseca & Carmona, 2024).
Festejos del 1º de mayo del año 2011 en La Habana, Cuba. Fuente: Wikimedia Commons.
Con independencia de los graves daños provocados por el bloqueo, Cuba ha alcanzado importantes resultados en breve tiempo y a contrapelo de la guerra de los Estados Unidos. Como obra humana en construcción ha cometido errores que se analizan y superan de manera autocrítica. El pueblo apoya mayoritariamente el proyecto socialista; ha sabido resistir, está dispuesto a continuar resistiendo y a defender la Patria por ser portador de principios y valores morales, cultura política y conciencia revolucionaria.
El bloqueo intenta forzar a que Cuba renuncie al socialismo y a su sistema democrático. Hacer imposible la supervivencia de la revolución. Fomentar el descontento dentro del país, dividir a la población, afectar las condiciones de vida, provocar incidentes que hagan implosionar al país, pero no han logrado ese objetivo.
En esa confrontación ha prevalecido el espíritu creador, la voluntad para enfrentar dificultades (problemas internos y amenazas externas), superar los errores, trabajar por consolidar el proyecto compartido y buscar soluciones sinceras, honestas y justas.

- Arias, M. (enero-marzo de 2023). Bloqueo, coerción y trampas del imperio contra Cuba. Política Internacional, V(1), 116-133.
- Bauman, Z. (2010). Miedo líquido. Barcelona: Editorial Paidós.
- Brooks, D. (01 de julio de 2024). Entrevista a Steve Bannon publicada en The New York Times. Obtenido de hastadios.com: https://hastadios.com/mundo/mi-inquietante-entrevista-con-steve-bannon/
- Castro, F. (25 de noviembre de 1994). fidelcastro.cu. Recuperado el 27 de 10 de 2024, de Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la clausura del encuentro Mundial de Solidaridad con Cuba: http://www.fidelcastro.cu/es/discursos/discurso-pronunciado-en-la-clausura-del-encuentro-mundial-de-solidaridad-con-cuba
- CDH. (10 de octubre de 2024). El ACNUDH y las medidas coercitivas unilaterales. Obtenido de Ohchr.org: https://www.ohchr.org/es/unilateral-coercive-measures
- Fonseca, C., & Carmona, E. (5 de octubre de 2024). Cuba en datos: ¿Cuál ha sido el costo del bloqueo en las finanzas este último año? Obtenido de Cubadebate.cu: http://www.cubadebate.cu/especiales/2024/10/05/cuba-en-datos-cual-ha-sido-el-costo-del-bloqueo-en-las-finanzas-este-ultimo-ano/
- Fonseca, C., & Carmona, E. (11 de octubre de 2024). Cuba en datos: ¿Cuál ha sido el costo del bloqueo para la economía cubana? Obtenido de Cubadebate.cu: http://www./especiales/2024/10/11/cuba-en-datos-cual-ha-sido-el-costo-del-bloqueo-para-la-economia-cubana/
- Hoffmann, B. (1997). ¿Helms-Burton a perpetuidad? Repercusiones y perspectivas para Cuba, Estados Unidos y Europa, Nueva Sociedad (151 Septiembre-Octubre), 57-72.
- MINREX. (2024). Informe de Cuba marzo 2023 - febrero 2024. La Habana. Obtenido de https://misiones.cubaminrex.cu/sites/default/files/archivos/editormexico/articulos/informeb2024es.pdf
- OXFAM. (2021). Informe Derecho a vivir sin bloqueo. La Habana: OXFAM.
- PL. (01 de agosto de 2024). Estados Unidos: 46 congresistas piden retirar a Cuba de lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Obtenido de Prensa-latina.cu: https://www.prensa-latina.cu/2024/08/01/piden-46-congresistas-de-eeuu-exclusion-de-cuba-de-lista-terrorista/
- Ramírez, E. (14 de noviembre de 2017). La política de la administración Trump hacia Cuba: un balance necesario. Obtenido de Cubadebate.cu: http://www.cubadebate.cu/opinion/2017/11/14/la-politica-de-la-administracion-trump-hacia-cuba-un-balance-necesario/
- USGAO. (2007). Economic Sanctions: Agencies Face Competing Priorities in Enforcing the U.S. Embargo on Cuba. Washington:: USGAO. Obtenido de https:// www.gao.gov/products/gao-08- 80#summary_recommend
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