Introducción

La teoría narratológica, originada en el estructuralismo y desarrollada por teóricos como Gérard Genette y Mieke Bal, es un enfoque que analiza las estructuras y funciones de las narrativas. Este marco teórico permite descomponer una narrativa en sus componentes básicos, tales como personajes, trama, tiempo, espacio, focalización y lenguaje, para entender cómo se construyen y cómo afectan a su audiencia. La narratología se aplica no solo a la literatura, sino también a diversas formas de comunicación, incluyendo discursos políticos.

La narratología se centra en el estudio de las estructuras narrativas y sus mecanismos internos. Gérard Genette, uno de los teóricos más influyentes en este campo, define varios niveles de análisis narrativo, entre los que se encuentran la narración (quién cuenta la historia), la focalización (el punto de vista desde el cual se cuenta la historia) y la temporalidad (cómo se organiza el tiempo en la narrativa). Mieke Bal amplía estos conceptos al incluir la importancia del contexto y la interacción entre el texto y el lector en la construcción del significado.

La utilidad de la teoría narratológica radica en su capacidad para desentrañar las capas de significado en una narrativa y revelar cómo se estructuran las historias para influir en su audiencia. En el contexto de un discurso político, esta teoría puede identificar las estrategias retóricas y persuasivas empleadas por el orador para movilizar y manipular a su audiencia.

Aplicación en el discurso de Bukele

Para analizar el discurso de toma de posesión en su segundo mandato de Nayib Bukele desde un enfoque narratológico, se desglosarán sus elementos estructurales y funcionales, tales como personajes, trama, tiempo, espacio, focalización y lenguaje. Este análisis revelará cómo Bukele utiliza estas estructuras para construir una narrativa poderosa y efectiva.

Resulta interesante analizar a Bukele desde su narrativa en un mundo cada vez más peleado con las soluciones “globales”, otro elemento clave en el magnetismo Bukeliano es su perseverancia por soluciones salvadoreñas para los problemas salvadoreños; creando un fenómeno “local”, Bukele se erige, al mismo tiempo, como fenómeno global que defiende una forma singular de hacer las cosas, y consecuentemente su discurso de toma de posesión reivindica sobre todo, y ante todo, la receta propia y el método propio.

Discurso de Nayib Nukele luego de su segunda asunción como presidente de El Salvador. Fuente: La Nación.

Estructura narrativa

Personajes

En la narrativa de Bukele, los personajes principales son los héroes, los villanos y las víctimas. Los héroes están representados por el gobierno, Dios y el pueblo salvadoreño. Bukele se posiciona como parte de un "sujeto colectivo gobierno”, evitando el protagonismo individual y promoviendo la imagen de un líder que trabaja en equipo. Dios, como guía y protector, y el pueblo, que defiende y obedece, completan la trinidad de héroes.

Los villanos son aquellos que, según Bukele, "mintieron, fueron negligentes, engañaron y estafaron". Son los anteriores gobernantes y opositores, a quienes acusa de causar sufrimiento y casi destruir al país. Este binomio “nosotros vs. ellos” es central en su discurso, manteniendo siempre la oposición clara entre el bien y el mal.

La víctima es el pueblo salvadoreño, que ha sufrido a manos de los villanos pero que ahora tiene la oportunidad de redimirse y reconstruirse bajo la guía de Bukele y su gobierno.

Trama

La trama del discurso de Bukele se desarrolla como una saga de transformación nacional. El discurso comienza con la declaración de que "SE HA VENCIDO AL MIEDO Y EL SALVADOR ES LIBRE”, estableciendo el contexto de un país que ha superado una amenaza significativa: las pandillas. Este es el primer episodio de la saga, donde el cáncer (pandillas) ha sido derrotado, pero aún queda la enfermedad crónica (problemas económicos y de infraestructura).

El segundo episodio, que inicia con su reelección, se enfoca en la construcción del "cambio para siempre”, un proceso continuo que implica nuevas batallas contra los rezagos del pasado. Bukele invita a los salvadoreños a formar parte de esta gesta colectiva, enfrentando las nuevas amenazas con coraje y unidad.

Reclusos en las cárceles de máxima seguridad construidas por el gobierno de Bukele en el marco de su guerra contra las pandillas. Foto: Oficina de prensa de la Presidencia de El Salvador a través de AP.

Tiempo y espacio

El manejo del tiempo en el discurso es no lineal, conectando pasado, presente y futuro. Bukele recuerda los errores y sufrimientos del pasado para destacar la necesidad del cambio en el presente y proyecta un futuro prometedor si se sigue transformando el país. El espacio narrativo está claramente delimitado en el ámbito nacional, con un enfoque en soluciones salvadoreñas para problemas salvadoreños, aunque también se reconoce la influencia y el impacto global de su modelo.

Focalización

La focalización en el discurso de Bukele es interna, ya que se dirige principalmente a los salvadoreños, posicionándose como uno de ellos. Sin embargo, hay una focalización externa implícita al considerar el impacto de sus políticas y liderazgo a nivel internacional. Esto genera una dualidad en la narrativa: mientras que se enfatiza en la identidad y soluciones locales, también se proyecta una imagen de modelo que es admirado a nivel global, por eso señala que es la primera vez que hay tantas delegaciones internacionales en una asunción.

Lenguaje

El lenguaje utilizado por Bukele es altamente emotivo y persuasivo. Bukele no utiliza el recurso del enfermo de manera clásica, es decir, el enfermo que luego de un tratamiento pasa a estar curado. Propone un paciente doblemente enfermo, el de un enfermo crónico que a su vez, contrae cáncer. Un paciente que por ahora solo se curó de la enfermedad que lo iba a matar (el cáncer = las pandillas), pero que todavía está enfermo (economía, infraestructura, etc.). Lo que Bukele propone narrativamente es una saga, el primer episodio fue la lucha contra las pandillas, el segundo, el que se inicia ahora sin miedo y en libertad para construir el cambio para siempre.

Análisis narratológico

Disciplina narrativa

Bukele demuestra una notable disciplina narrativa. Su discurso está cuidadosamente estructurado para reforzar la dicotomía entre héroes y villanos, una técnica efectiva para movilizar y unificar a su audiencia en torno a una causa común. Esta disciplina también se refleja en la consistencia de su mensaje, que siempre vuelve a las mismas categorías: amenazas, oportunidades, villanos, héroes y soluciones.

Metáfora del enfermo

La utilización de la metáfora del enfermo es innovadora en su forma y función. Al describir al país como un paciente que ha superado una enfermedad mortal pero aún enfrenta una enfermedad crónica, Bukele crea una narrativa de esperanza y resiliencia. Esta metáfora permite una comprensión simplificada de la situación del país y ofrece una justificación emocional para las medidas difíciles que propone, las cuales denomina "medicina amarga".

Emocionalidad y épica

El discurso de Bukele está cargado de emocionalidad. Desde el inicio, con la declaración "SE HA VENCIDO AL MIEDO Y EL SALVADOR ES LIBRE”, apela a las emociones más básicas de su audiencia: el miedo, la esperanza y el orgullo. Este uso de la emocionalidad es una herramienta poderosa para asegurar la lealtad y el apoyo continuo del pueblo.

Además, Bukele construye una épica nacional, donde la lucha contra las pandillas se presenta como la primera gran batalla de una guerra más extensa. Esta épica no sólo motiva a la audiencia a seguir luchando, sino que también proporciona un sentido de propósito y destino compartido.

Foto: EFE, vía abc.es

Contraste y binarismo

Una de las técnicas narrativas más efectivas de Bukele es el uso del contraste y el binarismo. Constantemente define a sus adversarios en términos absolutos: buenos vs. malos, vida vs. muerte, nosotros vs. ellos. Este binarismo simplifica la complejidad política y social, facilitando una clara distinción entre los "héroes" y los "villanos".

Este uso del contraste no sólo moviliza a sus seguidores, sino que también deslegitima a sus opositores, presentándolos como una amenaza constante que debe ser vigilada y combatida.

Impacto y conclusiones

El enfoque narratológico del discurso de Bukele revela cómo su habilidad para construir y mantener una narrativa coherente y emocionalmente resonante es clave para su éxito político. La narrativa de Bukele no solo informa a su audiencia, sino que también la inspira y la moviliza, creando un sentido de comunidad y propósito compartido.

Su discurso es un ejemplo de cómo la narrativa puede ser utilizada como una herramienta poderosa en la política, no sólo para comunicar ideas, sino también para moldear percepciones y motivar acciones. La disciplina narrativa de Bukele, combinada con su capacidad para conectar emocionalmente con su audiencia, lo posiciona como un líder carismático y efectivo.

El análisis narratológico muestra que la narrativa de Bukele, con sus héroes, villanos, amenazas y oportunidades, no es solo una estrategia de comunicación, sino una parte integral de su liderazgo y su visión para El Salvador. Este enfoque le permite mantener una conexión constante con su audiencia y asegurar su apoyo en la continua saga de transformación nacional que propone.

Dos ideas finales que no son menores. Bukele es de los liderazgos que nos proponen creer en algo, alejado de los personajes grises que sugieren mejorar “poco a poco”, invita a soñar en grande desde una diferenciación clara con sus adversarios en ideas, convicciones, tono y forma. Otro contraste: incrementalismo inepto vs. transformación histórica. Y finalmente, conecta magistralmente con “la familia”, la puesta en escena del discurso con su hija como imagen de futuro saludando a las Fuerzas Armadas, el beso con su esposa, busca que se conecte con el hombre, no únicamente con el resultado.

Mucho que aprender de Bukele. Tanto para quienes gustan de él, como para quienes no.

Foto: Presidencia de El Salvador.