Los Infernales de Güemes en el libro La Guerra Gaucha de Leopoldo Lugones (1905).
I. Introducción: Un libro, dos momentos históricos.
El poeta, escritor, pedagogo, historiador y político Leopoldo Lugones (Villa de María del Río Seco, 1874-1938) escribe en los primeros años del Siglo XX el libro La Guerra Gaucha1, que la editorial y librería de los daneses, Arnoldo y Balder Moen publica en 19052. La obra de Lugones narra la historia de las luchas emprendidas por los gauchos de Martín de Güemes (los infernales) contra los ejércitos españoles durante los años 1812 y 1814, a partir de 22 historias diferentes aunque todas ellas entretejidas entre sí. Me interesa en este trabajo demostrar que el autor intenta cumplir con un objetivo doble. Por un lado, en el contexto del mayor aluvión inmigratorio que ha tenido la Nación, Lugones propone enseñarle al recién llegado sobre la épica de la gesta emancipadora. Por otro, realiza un extraordinario experimento que busca enriquecer el habla mediante el artificio neológico del uso de arcaísmos, de términos ya olvidados, todos ellos provenientes de nuestro tiempo colonial.
Pero, ¿Quién era Leopoldo Lugones en aquel entonces?
II. El momento de Leopoldo Lugones.
Leopoldo Lugones, había llegado a la Capital de la República en 1896. En tan sólo 11 años había frecuentado distintos ambientes públicos y privados disimiles. Como poeta y escritor, estrechó lazos con los espacios literarios de la llamada bohemia porteña del ‘900, al mismo tiempo, fundaba un diario de tinte anarquista/socialista (“La Montaña. Periódico Socialista Revolucionario”) con su amigo José Ingenieros, también se lo podía encontrar en las reuniones de la masonería porteña o trabando relación con los Ministros Osvaldo Magnasco y Joaquín V. González, incluso en varias ocasiones, llegó a intercambiar palabras con la figura política más eminente de aquellos años: Julio Argentino Roca (Presidente de la República entre 1880-1886 y 1898-1904)3.
Leopoldo Lugones. Caras y Caretas, 1922.
Lo cierto es que la circulación de Leopoldo Lugones en diferentes ámbitos más la repercusión de algunas de sus publicaciones, en donde entre otras cuestiones se mostraba como un difusor de un nacionalismo cultural4 de corte laico (La Reforma educacional. Un Ministro y doce académicos, 1905; El Imperio Jesuítico, 1904), generaron una vertiginosa carrera como funcionario de Estado. Primero le ofrecen ocupar cargos en la cartera de instrucción pública con el objeto de reformular la enseñanza, al poco tiempo y por decreto del Presidente Roca, es designado con el cargo de Visitador General de la Enseñanza en reemplazo de Pablo Pizzurno. ¿Qué proponía Lugones y por qué le interesaba esa propuesta a los hombres que gobernaban la Nación? En pocas palabras, impulsaba la motorización de una relación más estrecha entre la instrucción pública y las instituciones políticas. Años después el mismo Lugones lo definía: “La enseñanza debe dejar de tener por único objeto la cultura general, para verse colaboradora en la vida política del Estado"5.
Leopoldo Lugones, como la mayoría de los Ministros de Roca (Magnasco, Ricchieri, González) encontraban en la instrucción una barrera, en otras palabras, un modo de frenar la irrupción violenta y acelerada de los sectores inmigrantes en la política nacional, fundamentalmente de sus modos de hacer política. Eran tiempos de revoluciones, mítines, comités, huelgas; en resumen, de una política que parecía haber tomado las calles6.
Ahora bien, en aquel contexto de efervescencia social, Lugones, quien a fines de siglo (1897) había expresado cierto internacionalismo anarco socialista con su amigo José Ingenieros, en 1905 con La Guerra Gaucha decide expresar un profundo patriotismo, lejano a las ciudades portuarias colmadas por inmigrantes. Manuel Gálvez, otro escritor atormentado por las transformaciones sociales de fines del siglo XIX e inicios del XX, en su libro El mal metafísico (1916) señala: “mientras más se aleja uno de las ciudades puertos más se acerca a la verdadera Patria”7. En un mismo sentido observo que Lugones expresa con este libro un nacionalismo que brota de las costumbres y tradiciones hispanas, mestizas y criollas del norte argentino. Por su cargo de Inspector General de Educación, es inevitable observar que la publicación de este libro responde a una reacción nacionalista frente a la amenaza generada por el aluvión inmigratorio. El hijo de Leopoldo Lugones explica, que su padre mientras era Inspector: “trabajaba en desproporción de su sueldo: daba mucho más de lo que recibía”, a pesar del desgaste, más adelante afirma: “A pesar de ello, después de sus tareas solía escribir por la noche, libros como La Guerra Gaucha”8. En síntesis, Lugones estaba atareado, ocupado, no obstante, decide abocarse a escribir el libro.
En este punto, ¿A qué tiempos decide volver Lugones con su libro? ¿Qué intenta recrear, difundir, promover en su época?
III. El momento de La Guerra Gaucha
El mismo autor lo define en las primeras páginas, dice: “La Guerra Gaucha no es una historia, aunque sean históricos su concepto y su fondo. Los episodios que la forman, intentan dar una idea, la más clara posible, de la lucha sostenida por montoneras y republiquetas contra los ejércitos españoles que operaron en el Alto Perú y en Salta desde 1814-1818”9 Más precisamente, como lo señalan su principal biógrafo, Alberto Conil Paz y su hijo, Leopoldo, los hechos corresponden a la campaña de avance sobre el norte de los ejércitos comandados por el Capitán General español José De la Serna en 1818 y que terminó con la evacuación total de sus tropas el 5 de mayo del mismo año a razón de la resistencia de los gauchos liderados por Martín de Güemes (los infernales). ¿Cumple el objetivo? Claramente, ahora bien, lo significativo son las formas que el autor utiliza para logarlo.
Si bien el libro narra un acontecimiento histórico, el libro en su primera edición carece de fechas, nombres y determinaciones geográficas. Luego del fallecimiento del autor, su hijo en la quinta edición de 1947 publicada por la editorial Centurión, introduce las notas. En las mismas, figuran con sumo detalles los episodios de los que habla el autor del libro. Por ejemplo, en la nota n° 70 de la primera historia: Estreno, explica: “El autor habla de la Batalla de las Piedras ocurrida el 3 de setiembre de 1812”10. O en el segundo episodio, titulado: Alerta, en la nota n° 70 expresa Lugones (hijo): “El caso fue narrado por el general español, Jerónimo Valdez, quien cuenta que, “al llegar con su tropa a la inmediación de un pobre rancho y ver un muchachito de cuatro años que montaba caballo a la voz de su madre, y partía a todo escape para llevar a su padre la voz de alarma contra el invasor, comprendió”, dice: “que a ese pueblo no lo conquistarán jamás"11.
¿Por qué razón Leopoldo Lugones (el padre) omitió los nombres, fechas y determinaciones geográficas? Afirma el autor del libro: “Por otra parte, la guerra gaucha fue en verdad anónima como todas las grandes resistencias nacionales […]"12. En este sentido observo que el libro, con su tejido de historias de seres anónimos aunque todos patriotas, sacrificados, en otras palabras, héroes de la emancipación, es también una operación por mostrar que la independencia se forjó a partir de las luchas de gauchos, criollos, paisanas, niños y hasta esclavos de estas tierras.
En el capítulo titulado “Artillería”, Lugones expone una definición de estos hombres y mujeres que luchaban por la emancipación:
“Fijándose bien, entonces, presenciábase en los grupos cosas singulares. Aquí un chico sin camisa, sobre cuyo moreno lomo dorábase cálidamente en pátina de sudor, cicatrizaba al sol un fresco balazo; allá el jefe de la plaza, ensalmador y artillero a la vez, biznaba la pierna de una moza someramente disfrazada de hombre. Una sombría inedia estragaba los rostros; la angustia los entristecía, contrastando con tan desenfadada intrepidez"13.
En otro capítulo titulado: “Al rastro”, en el cual un solo hombre, un arriero y rastreador, logra emboscar él solo, con el conocimiento del terreno más una serie de incendios a más de cien “maturrangos”, Lugones deja una idea de por qué razón luchaban los infernales de Güemes. Ya apresado y herido de muerte el arriero y rastreador es indagado por el Coronel español que lo había capturado, quien le dice:
“-Qué sabe Ud. de Patria?...
El herido lo miró en silencio. Tendió el brazo hacia el horizonte, y bajo su dedo quedaron las montañas –los campos–los ríos-el país que la montonera atrincheraba con sus pechos-el mar tal vez-un trozo de noche…El dedo se levantó en seguida, apuntó a las alturas, permaneció así, recto bajo una estrella…”14.
IV. ¿Para qué o para quiénes el libro?
Lugones interviene con estas historias en momentos en donde los inmigrantes poblaban las calles y se convertían en el elemento popular de las ciudades portuarias argentinas, Lugones expone que la nacionalidad argentina nació del elemento popular dejando la inquietud en el aire, ¿Qué ha pasado con ese sentimiento? Como varios estudiosos y estudiosas15 han expuesto en sus trabajos, la preocupación de Lugones la compartían funcionarios y ministros del Gobierno de Julio Argentino Roca. Probablemente por ello, el libro fue festejado más por los hombres del Estado Nacional que por el público en general, como así lo señala Manuel Gálvez, quien dice: “Las ediciones eran reducidísimas y tardaron años en venderse. De La Guerra Gaucha, su mejor obra, se hicieron mil o mil quinientos ejemplares y no los compró el público, sino el Ministerio de Guerra, el de Instrucción Pública, el Consejo de Educación, y la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares"16.
Al mismo tiempo La Guerra Gaucha de Lugones es un intento por enriquecer nuestra habla, mediante la utilización de artificios neológicos y el uso de arcaísmos elaborados, rastreados y rescatados, a partir de una minuciosa investigación. En las notas, Lugones (hijo) demuestra el trabajo de recuperación realizado por su padre, por ejemplo cuando alude a la palabra: a todo trance, extraída de las memorias del Gral. José María Paz, el término bagual, cuya definición aparece en el vocabulario rioplatense elaborado por Daniel Granada o la palabra pique, que extrae del libro de viaje del Padre Alcides d´Orbigny. La edición comentada por Leopoldo Lugones (hijo) cuenta también con un vocabulario que supera las cuatrocientas palabras. Dice Lugones (hijo): “Voces argentinas, americanas, españolas no muy conocidas, anticuadas, neologismos. Vocablos de flora y fauna regionales. En el mismo aparecen los nombres históricos y geográficos citados por el autor, con su correspondiente anotación explicativa"17.
Por otra parte, si bien Leopoldo Lugones utilizó el momento de las guerras gauchas contra el español para recuperar el lenguaje que brotaba de estas tierras, a diferencia de otros de sus libros como El Payador (1916) o El libro de los paisajes (1917), donde alude a sus charlas y encuentros con la gente del campo, con gauchos y paisanos o al contacto con la flora y fauna del territorio, en este caso, por ser un hecho histórico y no tener la posibilidad de trabajar en aquel campo, como un etnólogo, Lugones optó por sumergirse en memorias, poemas, canciones folklóricas, diarios de viajes, y demás textos de aquella época.
En este punto, me interesa señalar que dicha operación también, a pesar de su marcado anti hispanismo, acciona como una recuperación del lenguaje de la madre patria. A pesar de lo señalado por su hijo y su principal biógrafo Conil Paz, encuentro que Lugones quedó entrampado en una tarea imposible, que es la de intentar volver al pasado quitando de ese pasado a la influencia española. Juan Carlos Ghiano lo expone claramente cuando afirma que Lugones no pudo cumplir con el intento, dice, “de crear un lenguaje especial fuera de los socorridos cauces de un español tutelado por la Academia Española"18.
En resumen, en este brevísimo recorrido se intentó demostrar que el libro La Guerra Gaucha, que narra las luchas del pueblo del norte contra el español se enmarcó también en un momento particular de la sociedad argentina, signado por el aluvión inmigratorio. Frente a estas transformaciones, Lugones, como tantos otros hombres del Estado Nacional, intentó intervenir con una obra que aspiraba, con historias anónimas, fomentar un sentimiento nacional, en este caso, de raíz popular. Al mismo tiempo, encuentro que la acción puso a prueba a Lugones, en el sentido de matizar o al menos, ubicar de otra manera su lectura sobre España y su influencia en la nacionalidad argentina.
2. Pastormerlo, Sergio, “El surgimiento de un mercado editorial”. En: Diego, José Luis de (ed.): Editores y políticas editoriales en Argentina (1880-2000), Buenos Aires/México, D.F., Fondo de Cultura Económica, 2006.
3. La mayoría de los datos fueron extraídos de la sustanciosa investigación realizada por Alberto Conil Paz en su libro: Leopoldo Lugones, Buenos Aires, Huemul, 1985. Otros trabajos en donde se reúne información sobre la vida y obra de Lugones son: Lugones, Leopoldo, Leopoldo Lugones. Selección y comentarios de Leopoldo Lugones (hijo), Buenos Aires, Centurión, 1949; Mí padre, Buenos Aires, Centurión, 1974; Borges, José Luis, Leopoldo Lugones [1963], Buenos Aires, Emecé, 1998; Gálvez, Manuel, Amigos y maestros de mi juventud, Buenos Aires, Librería Hachette, 1961.
4. Como bien afirma Héctor Muzzopappa: “En las primeras décadas del siglo XX el nacionalismo se dice de muchas maneras”, en: Muzzopappa, Héctor, "El nacionalismo argentino y sus diversas configuraciones", en Lértora Mendoza, Celina (coord) Política, Educación y Sociedad en la Filosofía Argentina del siglo xix, Buenos Aires, Ed. FEPAI, 2018, pp. 71-91.
5. Lugones, Leopoldo, Didáctica, Buenos Aires, Otero y Cía, 1910, p. 158.
6. Sabato, Hilda y Cibotti, Ema, “Hacer política en Buenos Aires: Los italianos en la escena pública porteña 1860-1880”, en: Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani, no. 2, 1990.
7. Gálvez, Manuel, El mal metafísico [1916], en Gálvez, Manuel, Obras escogidas, Madrid, Aguilar, 1949, p. 379.
8. Ídem.
9. Lugones, Leopoldo, La Guerra Gaucha, Buenos Aires, Librería Arnoldo y hno. Moen, 1905, p. 5
10. Lugones, Leopoldo, La Guerra Gaucha, Buenos Aires, Emecé editores, 1954, p. 32
11. Ibídem, p. 52.
12. Lugones, Leopoldo, Leopoldo Lugones. Selección y comentarios de Leopoldo Lugones (hijo), op., cit., p. 67.
13. Lugones, Leopoldo, La Guerra Gaucha, op., cit., p. 224.
14. Ibídem, 273.
15. Herrero, Alejandro, Joaquín V. González y sus libros. Sus intervenciones en el espacio científico-académico, literario y del sistema de instrucción pública, en: Estudio de filosofía práctica e historia de las ideas, Mendoza, 2017; “Estado y Liberalismo patriótico. Las Escuelas Normales Populares en la Provincia de Buenos Aires, 1880-1917”, en Perspectivas Metodológicas, Buenos Aires; 2020; Muzzopappa, Héctor y Lertora Mendoza, Celina (Coordinadores), Política, Educación y Sociedad en la Filosofía Argentina del siglo XX, Buenos Aires, Ediciones F.E.P.A.I, 2018.
16. Gálvez, Manuel, Amigos y maestros de mi juventud. Recuerdos de mi vida literaria, Buenos Aires, Hachette, 1971, p. 201.
17. Lugones, Leopoldo, Leopoldo Lugones. Selección y comentarios de Leopoldo Lugones (hijo), op., cit., p. 351.
18. Ghiano, Juan Carlos, Análisis de La Guerra Gaucha, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1967, p. 18.