Hundimiento del Crucero General Belgrano ¿Un crimen de guerra?

El hundimiento del Crucero General Belgrano costó la vida a 323 argentinos.
Por Juan Natalizio *

Dentro del submarino HMS Conqueror el silencio es absoluto y la tensión de los tripulantes está en su punto máximo. El capitán Wreford-Brown observa por el periscopio al crucero ARA General Belgrano, ya ha dado la orden: “Fuego 6, 1, 2”. Son las 15.56 horas del 2 de mayo de 1982 y los lanzatorpedos –justamente el 1, 2 y 6- lanzan los proyectiles MK8, que tardan menos de un minuto en llegar a su objetivo. En el submarino escuchan la primera explosión y a través del periscopio el capitán observa una bola de fuego en el crucero e, inmediatamente, el segundo impacto. El tercer torpedo no da en el Belgrano.

“Yo tomaba guardia a las 4” nos contó en Malvinas Causa Central el ex conscripto Luis Gauna Fournier “así que me agarró despierto, diez minutitos antes y me agarra en cubiertas bajas que… quizás no estaría hoy acá”. [En el momento del ataque] “iba con el bidón para tomar agua, llevaba agua caliente para tomar unos mates y me agarró subiendo a cubierta 01, donde estaba la ametralladora antiaérea, y me quedé duro con el primer torpedo y la primera explosión, la masa de agua impresionante, el ruido… ir a mi puesto de combate, buscar el chaleco salvavidas y esperar órdenes, que nunca llegaron porque fue en lugares estratégicos que pegaron los torpedos. Nos dejaron sin comunicación.”1

¿Y la Zona de Exclusión?

En la guerra no vale todo, pero desde Londres demostraron la hipocresía y la impunidad que tienen, rompiendo en menos de 72 horas las reglas por ellos establecidas. El 30 de abril de 1982 había entrado en vigor la Zona de Exclusión Total, con un radio de 200 millas alrededor de las islas Malvinas, lo cual fue impuesto por los ingleses.

El Comodoro (R) VGM Rubén Moro nos aclaró: “La guerra de Malvinas no fue una guerra declarada en forma oficial por ninguno de los dos participantes, pero normalmente esto ocurre para evitar complicaciones jurídicas ulteriores, de cualquier forma se deben aplicar las normas establecidas por la Convención de Ginebra, que establece una cantidad de medidas humanitarias para evitar que ocurran barbaridades; porque la guerra es el acto más emotivo que puede existir en la humanidad, allí se desatan emociones y pasiones que es necesario que de alguna forma estén regidas por algún documento jurídico aceptado por las naciones que es la convención de Ginebra .”2

En oportundiad de entrevistar al Dr. Pablo Baccaro, abogado de los Caídos del Crucero General Belgrano y autor de “Fuego 6, 1, 2”, éste nos dijo: “Las reglas de empeñamiento establecidas por Gran Bretaña al momento en que el Belgrano es detectado por el Conqueror, establecían que los submarinos estaban habilitados para usar la fuerza en su propia defensa y para atacar aquellas naves que se encontraran en la Zona de Exclusión. Lo interesante es que estas reglas de empeñamiento coincidían con la posición que la propia Gran Bretaña había adoptado frente a la crisis, en aspectos que son muy relevantes al Derecho Internacional. Según esta posición, usaría la fuerza estrictamente necesaria para retomar las Islas. Precisamente esto explica la razón para determinar una Zona de Exclusión. Las hostilidades se confinan dentro de la misma, ya que los objetivos de la campaña militar están situados exclusivamente en esa área.”3

HMS Conqueror y la bandera Jolly Roger

En el crucero

En 1982 Osvaldo Fernández estaba en su último año de Cabo Segundo, llevaba cuatro años en la Armada Argentina y a fin de aquel año tendría su ascenso, era tripulante del crucero General Belgrano, pertenecía al área de reparaciones. "Sabíamos de carpintería, plomería y herrería y a su vez éramos especialistas en bomberos”, nos contó en Malvinas Causa Central, y resaltó: “La función fundamental nuestra era mantener el buque navegando a flote y combatiendo.”  

Sobre el 2 de Mayo, contó: “Habíamos tenido ejercicio a las 6 de la mañana, estuvimos en nuestros puestos hasta las 11 horas, toda la tripulación. Entonces, al grupo que tenía que tomar el puesto de combate a las 12 horas, nos mandan a almorzar y luego cubrimos el puesto de combate. El resto de la tripulación se va a descansar. Cuando eran las 15.55 horas, voy a despertar a los relevos, los que entraban de 16 a 20 horas, y en el momento en que los estoy despertando se produce el primer impacto de torpedo en máquina de popa, tanque de combustible y el dormitorio más grande del buque.”

Osvaldo, con voz tranquila pero profunda, con pausas, nos al crucero a través de su relato: “El buque inmediatamente se detiene, se corta la luz, el humo se expande por todo el pasillo, el fuego busca su salida hacia arriba alimentándose de todo lo que encuentra a su paso. Yo estaba con Ortiz Restituto, un correntino de ley, una persona maravillosa que me enseñó lo mucho que sé de mi especialidad…”. La pausa se hace más larga; quizás Osvaldo esté recordando algún momento con Restituto, pero vuelve: “Veo que de mi lado derecho viene una llamarada de fuego, lo único que atiné a hacer fue a taparme la cara con las manos y estando yo así se produce el segundo impacto que es en la proa, que le arranca 15 metros. Ese segundo impacto me hace perder el equilibrio y me caigo de rodillas; cuando me agarro del marco de la puerta para levantarme, ahí noto que estaba muy quemado, sentí cómo se me desgarraba la piel de la mano. Cuando me puse de pie intenté mirarme, extendí la mano para verme lo quemado que estaba y no pude ver por lo oscuro que estaba y el humo que había en el lugar; yo conocía muy bien el buque, sabía donde estaba, asi que empecé a caminar para el lado contrario de donde había venido el fuego. Como estaba en un dormitorio me apoyaba con los codos por las camas, tanteaba con los pies, me tropecé varias veces porque había muchos cuerpos en el piso. Alcanzo a divisar a lo lejos una pequeña luz que entraba de la cubierta de arriba y cuando llego a ese lugar me encuentro con un chico que recién había ascendido a Cabo Segundo, tenía 17 años, Ernesto Failo, y me acuerdo clarito, le pregunto '¿Estoy muy quemado?' y el me responde 'No, un poquito el flequillo y las pestañas', y resulta que tenía quemaduras de segundo grado profunda en toda la cara, en las manos y en los pies”.

Osvaldo Fernández logró salir y recibir la primera atención médica, llegó la orden de abandonar el buque:

“Yo pensaba que me había tirado a la balsa y me había mojado los pies, pero hace cuatro años en una inauguración de un monumento, en Mendoza, en esa oportunidad nos encontramos con hermanos del crucero, de Córdoba, y entre llantos, abrazos y risas empezamos a contar lo que vivimos y ahí me encuentro con un cordobés que me dice: 'No, vos no te tiraste a la balsa, vos te tiraste al agua y después cuando saliste de abajo del agua, yo estaba remando con las manos y me agarraste de la mano e inmediatamente yo pegué el tirón, pedí ayuda a mis compañeros y te subimos a la balsa'. Y ahí entiendo porque no tengo más que simples marcas tanto en la mano como en la cara, fue por el agua salada, los 10 - 12 grados de temperatura bajo cero que tuvimos que soportar que cauterizaron mis heridas”.4

¿Un crimen de guerra?   

El crucero General Belgrano navegaba rumbo al continente y no representaba ningún tipo de amenaza para los británicos, además navegaba fuera de la Zona de Exclusión, esa que habían impuesto los británicos, entonces ¿el ataque al crucero ARA General Belgrano fue un crimen de guerra? 

El licenciado en relaciones exteriores y geógrafo, David Pellicer, nos dijo: “Tajantemente sí. Acá disiento con el Capitán Bonzo (capitán del crucero ARA General Belgrano), que lo invité a la Universidad Católica para disertar sobre los sucesos del crucero General Belgrano, y luego a los tres días se produce su lamentable deceso. Pero hablé mucho con él, el mantenía que si a la Armada Argentina le hubiera tocado la misma situación ellos hubieran hecho lo mismo. Me remito a los hechos históricos, hay una Zona de Exclusión marítima que impone el Reino Unido en 1982 de 200 millas, es decir, cualquier buque, barco, submarino que fuese argentino y no tenía autorización británica iba a ser hundido. En consecuencia el General Belgrano está en operaciones, está auxiliando a otras naves -era un viejo barco llamado Fenix, comprado en Estados Unidos y que actúa en la segunda Guerra Mundial-, pero estaba en una situación pasiva, fuera de la Zona de Exclusión. En consecuencia, si ellos auto-impusieron una Zona de Exclusión e incumplieron esa misma norma es un doble crimen de guerra; en definitiva esto es algo que existe en el establishment intelectual británico, pero solapado porque allá los trapos sucios se lavan muy poco y en cierto círculos. Digamos que no hay una autocrítica feroz pero sí en ciertos círculos intelectuales se sabe que el hundimiento del crucero General Belgrano fue un crimen de guerra y esto no tiene discusión. Insisto, dentro de Argentina algunos no le dan tanta importancia”.5

El sobreviviente del crucero General Belgrano, Juan Coronel, nos remarcó

“Cuando salimos de la Zona de Exclusión salimos de la zona de peligro, no se esperaba un ataque de los británicos fuera de la Zona de Exclusión que ellos mismos delimitaron. Es por lo que nosotros decimos que es un crimen de guerra, por la forma innecesaria en que lo hundieron, ellos lo hunden para hacer la guerra, necesitaban un pretexto para hacer la guerra y nosotros fuimos el pretexto”.6

El Dr. Baccaro agrega: “La calificación del hundimiento del Belgrano como un crimen de guerra ha sido sostenida por distintas personas. Pero los ingleses tienen una historia oficial según la cual fue un hecho de guerra legítimo. En ese marco, lo que a mí me ha interesado es exponer en mi libro la ley de aplicación y el modo en que las explicaciones tendientes a justificar el hecho a su amparo fueron quedando desplazadas, al tiempo que quedaban expuestos los componentes que concurren a su señalamiento como ilegal y cuáles son las normas de las que se deriva ese señalamiento. La exposición del hecho a la luz del derecho. Un derecho que por lo demás prevé como delitos de guerra a las violaciones a las leyes o usos de la guerra”.7

Para Rubén Moro:

“Podemos considerarlo crimen de guerra o no, pero es un acto pérfido; aunque no fuera considerado por la jurisprudencia internacional como un crimen de guerra, es un acto pérfido desde todo punto de vista, en especial si había una iniciativa de paz como la del presidente Belaunde Terry, del Perú”.

Había una propuesta de paz impulsada por Perú y se sabía que Argentina aceptaría, la respuesta británica fue el hundimiento del crucero ARA General Belgrano, porque Margaret Thatcher necesitaba la guerra.   

Voces británicas

En el 2012, Federico Bernal entrevistó a Paul Rogers, profesor de Estudios para la Paz de la Universidad de Bradford, Reino Unido. En 1986 fue convocado, en calidad de observador, por el grupo de ciudadanos y parlamentarios británicos del Belgrano Enquiry (BE). Dicho grupo se propuso estudiar y comprender las razones que tuvo Gran Bretaña para ir a la guerra, pero centrándose en el hundimiento del crucero General Belgrano. Bernal le preguntó por qué se hundió al Belgrano y Rogers respondió: “Fue hundido en el momento en que el gobierno del Reino Unido estaba decidido a avanzar con el conflicto tan rápido como fuera posible, después de los ataques al aeropuerto de Stanley con armas antipersonales. Tan pronto como las fuerzas se establecieron en su lugar, los militares del Reino Unido escalaron rápidamente el conflicto; el hundimiento del Belgrano fue parte de eso. Sabemos ahora que el Gabinete de Guerra envió, creo que el 26 de abril, un mensaje a los submarinos del Atlántico Sur afirmando que la diplomacia está terminada y que se anticipa una solución militar.”8

De la excelente nota de Federico Bernal “Siete mentiras sobre el hundimiento del Belgrano”, donde desenmascara cada intento de Londres por justificar el ataque al crucero argentino, tomamos lo siguiente:

Declaraciones del parlamentario Ian Mikado, al Belgrano Enquiry: “El engaño básico que dio origen a todo lo demás; el engaño básico que logramos descubrir a pesar de la deliberada obstrucción ministerial, fue que una semana antes del fin de semana crucial para el Belgrano, el gobierno decidió hacer un cambio radical en su anunciada política respecto de las Malvinas. Decidieron engañar al mismo tiempo a la Cámara de los Comunes y al país, al no anunciar el cambio y al pretender que continuaban con la política original. Esa política original era utilizar la mínima fuerza necesaria para lograr una solución diplomática del conflicto. Pero durante el fin de semana del 23 y 24 de abril, el Gabinete de Guerra decidió abandonar esa política. Contrariamente, decidió llevar a cabo un acto de agresión suficientemente importante y dramático como para precipitar y escalar la acción militar hasta el nivel en el que fuera posible imponer una solución por la fuerza. El acto importante y dramático que eligieron fue hundir el portaviones 25 de mayo, al que razonablemente podían considerar como una fuente de peligro para nuestras fuerzas. Así fue que salieron al mar buscando el portaviones, pero aún con todos los satélites de los EE UU, la GCHQ y todo el resto, no lo encontraron. Pero tenían que tener algún objetivo, de modo que en su lugar hundieron el Belgrano, sabiendo perfectamente que no era una fuente potencial de peligro para nuestras fuerzas. Nosotros hundimos el Belgrano porque no encontramos el Veinticinco de Mayo.” Además agregó: “La visita de Francis Pym a Washington y Nueva York durante el fin de semana del 1 y 2 de mayo fue parte del simulacro del gobierno y su supuesta búsqueda de una solución diplomática. Al respecto, cabe aclarar que el mismo Francis no formó parte del engaño sino que sin duda fue víctima. Fue enviado como un inocente al extranjero, para hablar de paz con Haig y Pérez de Cuéllar sin haberle dicho que todas las conversaciones de ese tipo fracasarían mientras se estuvieran realizando, debido a la decisión de hundir uno de los buques capitales de Argentina."9

Crucero ARA General Belgrano

¿Alguna investigación Argentina?

El hundimiento del crucero General Belgrano costó la vida a 323 argentinos, ni el gobierno argentino ni la Justicia investigó el hundimiento.

El 2 de mayo del 2012 la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró el Patio Malvinas Argentinas en la Casa Rosada y allí dijo:

“Es curioso, leía durante el último fin de semana una crónica, en uno de los matutinos porteños, acerca de una investigación que sobre dicho hecho iniciaron legisladores ingleses elaborando un informe. Por eso creo que sería importante también que los argentinos -y especialmente los organismos institucionales, en este caso la Cancillería– retome esos estudios, iniciados por ingleses para catalogar, para clasificar el ataque al crucero, fuera de la Zona de Exclusión, que fue sin lugar a dudas un crimen de guerra.”10

La presidenta pedía que se retome la investigación. ¿Se avanzó con ese pedido? ¿Alguien investigó como lo solicitó la entonces presidenta?

Sabemos que hay trabajos donde plantean con argumentos sólidos que el hundimiento del crucero fue un crimen de guerra y no tenemos dudas que se debe impulsar la investigación desde el Estado nacional, porque violó los Derechos Humanos y fue una decisión de Margaret Thatcher. Ella quería la guerra del Atlántico Sur y para que no hubiera paz, ordenó atacar violando derechos internacionales.

Memoria, Verdad y Justicia por los 323 argentinos y todos los crímenes que cometieron las tropas de la Reina Isabel II durante el Conflicto del Atlántico Sur.

“El 1 de mayo a la noche antes de entrar a la Zona de Exclusión un compañero me vino a saludar, un amigo más que nada. Lo conocí en octubre del ´81 y esos días de instrucción fueron como que nos conocimos de toda la vida entonces pegamos onda mal, muy amigo. Nos tocó por suerte compartir meses juntos en el crucero, fuera del combate, fuera de la guerra… y me vino a saludar, como que fue un placer haberme conocido, que estaba… que él sabía que no se iba a salvar. Él sabía que se iba a morir y se vino a despedir”

Luis Gauna Fournier.

* Periodista. Integrante del Observatorio Malvinas de la UNLa.
1. Entrevista de Juan Natalizio, 2016. Malvinas Causa Central
2. Entrevista de Juan Natalizio, 2014. Malvinas Causa Central https://ar.ivoox.com/es/entrevista-a-comodoro-ruben-moro-hundimiento-del-belgrano-audios-mp3_rf_3081058_1.html
3. Entrevista de Juan Natalizio, 2012, Suplemento <>, Diario Tiempo Argentino. http://malvinas30mvs.blogspot.com/2013/05/entrevista-pablo-baccaro-abogado-de-los.html
4. Entrevista de Juan Natalizio, 2017, Malvinas Causa Central https://radiocut.fm/audiocut/entrevista-al-combatiente-malvinas-osvaldo-fernandez-sobreviviente-del-crucero-ara-gral-belgrano/
5. Entrevista de Juan Natalizio, 2014, Malvinas Causa Central https://ar.ivoox.com/es/entrevista-a-david-pellicer-lic-relaciones-exteriores-audios-mp3_rf_2812592_1.html?autoplay=true
6. Entrevista de Juan Natalizio, 2014, Malvinas Causa Central https://ar.ivoox.com/es/juan-coronel-15-02-2014-audios-mp3_rf_2837890_1.html
7. http://malvinas30mvs.blogspot.com/2013/05/entrevista-pablo-baccaro-abogado-de-los.html
8. Suplemento <>, Diario Tiempo Argentino. Siete Mentiras sobre el hundimiento del Belgrano. Federico Bernal http://malvinas30mvs.blogspot.com/2013/04/siete-mentiras-sobre-el-hundimiento-del_5.html
9. Suplemento <>, Diario Tiempo Argentino “Los militares del Reino Unido escalaron rápidamente el conflicto. El hundimiento del Belgrano fue parte de eso. http://malvinas30mvs.blogspot.com/2013/04/los-militares-del-reino-unido-escalaron.html
10. http://cfkmalvinas.blogspot.com/2012/05/inauguracion-del-patio-malvinas.html