Fidel Castro: Filosofía de la Educación en el socialismo cubano

La educación en el pensamiento del histórico líder de la Revolución Cubana.
Por Felipe de J. Pérez Cruz *
"Es para gloria de los pedagogos cubanos, que yo llamo pedagogo al doctor Castro, Primer Ministro del Gobierno Revolucionario. Y lo llamo así no para hacer una frase, ni un elogio sin profundidad. Le llamamos así porque el Colegio de Maestros estudió muy bien sus planteamientos educacionales, tenemos muy bien clasificados y hemos visto toda la idea matriz que mueve sus iniciativas educacionales".

Raúl Ferrer: Sexto ciclo Universidad Popular, "Educación y Revolución", La Habana, abril 30, 1961, pág. 42.


 

El papel de la personalidad histórica de Fidel en la Revolución Educacional Cubana revela su constante ocupación e impulso político al sistema nacional de educación. Quizás lo más extraordinario y poco conocido es que Fidel en este campo ha desarrollado una extraordinaria obra creativa desde el punto de vista teórico, en búsqueda constante de viejas y nuevas contradicciones, en el ejercicio de la más incisiva crítica y autocrítica. Se trata del ejercicio de una praxis de construcción revolucionaria, sólidamente asumida, desarrollada y dialécticamente superada, sobre la que resulta sumamente interesante reflexionar.

Para quienes se encaminen a estudiar el ámbito educacional de Fidel Castro, puede serles de utilidad poseer una propuesta inicial de sistematización de sus principales ideas filosóficas en materia educacional y pedagógica.

Continuidad y ruptura dialéctica

Con el pensamiento del Héroe Nacional José Martí Pérez (1853-1895) por estandarte, el joven Fidel Castro Ruz (1926-2016) había iniciado desde mediados del pasado siglo XX su propio proyecto de lucha popular y antimperialista frente a la conducción antinacional y corrupción de la política burguesa. La propia praxis revolucionaria en el vórtice de los acontecimientos, le permiten madurar como pensador revolucionario, diseñar y poner en ejecución un audaz proyecto educativo cultural revolucionario, que forjó en su seno las fuerzas populares que pusieron fin al capitalismo en Cuba.

Cuando aún los prejuicios anticomunistas enquistados en la psicología social colectiva hacían imposible hablar de socialismo marxista, el pensamiento revolucionario de José Martí fue suficiente para enrumbar la política educacional fidelista, y nutrir los postulados de la Reforma Integral de la Educación, promulgada el 23 de diciembre de 1959.

En Fidel, la continuidad con la Filosofía de la Educación martiana está en la centralidad del humanismo y de la eticidad que le es inmanente. La ruptura para la incorporación progresiva, se presenta en la asunción de la dialéctica materialista, y en el enfoque de clase. Fidel concibe a la educación, como una responsabilidad indelegable de la sociedad, de la familia, del Estado, y de cada ciudadano.

La cosmovisión martiana con la que Fidel se acercó al marxismo, el énfasis en la eticidad y la moralidad que están presente en Martí y en toda la tradición del pensamiento revolucionario cubano, que él reivindica desde sus primeras acciones como líder del estudiantado universitario y de la juventud cubana, le posibilitan arribar al socialismo científico desde un fuerte sustrato axiológico, y le permiten sustraerse de las vulgarizaciones economicistas y dogmatizantes del marxismo y el leninismo, que predominaban en la teoría y la práctica de la URSS y de los partidos comunistas a mediados del siglo XX.

Fidel incorpora a nivel conceptual, el presupuesto marxista de la superación de la enajenación. Martí precisa y fundamenta la transformación revolucionaria del hombre, la mujer y su realidad. Fidel, medio siglo después de la caída en combate del Héroe Nacional, sabe que la república con todos y para el bien de todos, solo se alcanzará a través de un tipo de sociedad que se plantee el fin de la explotación del hombre por el hombre, donde cada vez más se correspondan la esencia y la existencia de cada hombre y mujer, de sus familias y comunidades.

Fidel Castro

La axiología educativa del martiano Fidel se despliega en tres dimensiones principales: En la eticidad del acto pedagógico, en el valor educativo del ejemplo y la educación en valores. Enfatiza el líder de la Revolución en la formación de los valores revolucionarios, de los valores humanistas y solidarios, del valor del trabajo y de las tradiciones proletarias y de los valores ciudadanos1.

Desde la pedagogía del amor Fidel fijó tempranamente –en perfecta coincidencia con su hermano de la Revolución Ernesto “Che” Guevara de la Serna (1928-1967)- la posición cubana sobre el hecho de que el socialismo no solo era un problema del desarrollo de las riquezas materiales, sino también –y muy esencialmente– un problema de desarrollo de la conciencia humana2. Así frente a las posiciones entonces predominantes en la dirección de la URSS y de otros países socialistas, el socialismo cubano se propuso “crear riqueza con conciencia”3. Y en esta dirección resultará esencial el tema de los valores. El líder cubano insiste en la necesidad de “conocer que los valores sí constituyen la verdadera calidad de la vida, la suprema calidad de vida, aun por encima de alimento, techo y ropa...”4.

José Martí le aportaría el método de masas que caracterizaría al movimiento educacional cubano: “Al venir a la tierra, todo hombre tiene el derecho a que se le eduque, y después, en pago, el deber de contribuir a la educación de los demás”5. En la concepción martiana de Fidel el papel del maestro resulta decisivo. Para Fidel lo esencial era "lograr que no quedara un solo niño sin maestro". No importa si no tenían el edificio, las clases se podían dar en una casa, aun debajo de un árbol, porque "lo más importante de la escuela era el maestro”6.

La práctica político educativa

El estudio de los hechos que jalonan la historia revolucionaria confirma que la práctica política entendida como práctica pedagógica, resulta decisiva en el hacer fidelista. Esa práctica para el cambio cualitativo en la conciencia de las masas, transita por una intensa relación en la que el educador por excelencia es el propio proceso revolucionario. Para Fidel “toda revolución es un extraordinario proceso de educación. Por eso, Revolución y educación son una misma cosa”, anunciaba Fidel al intervenir el 9 de abril de 1961 en el ciclo de conferencias de la Universidad Popular “Educación y Revolución”7; luego haría realidad esta consideración en medio siglo de Revolución.

La democratización de la educación es entendida por Fidel como amplitud y oportunidad del acceso, en las relaciones democráticas y horizontales que se establezcan, en el proceso, y el compromiso participativo de los sujetos sociales implicados: el maestro, los alumnos, la familia, la comunidad y todo el entretejido de la sociedad civil, económica y política.

El hecho de ser Fidel el líder del proceso revolucionario en su conjunto, favoreció la simultaneidad, interacción y multilateralidad del esfuerzo educacional con el conjunto de las acciones revolucionarias a escala social, con la planificación y desarrollo de los programas de transformaciones, y produjo resultados de impacto trascendental. Tal realidad se expresó en los distintos momentos por los que transita el proceso revolucionario: Durante el despegue y organización de la educación en 1959-19698, en la Campaña Nacional de Alfabetización en los años 1960-19619, al desplegar la Revolución educacional a principios de la década del setenta, en el proceso de rectificación de errores y tendencias negativas de 1985-1987, al frente de la resistencia nacional en los momentos más difíciles del período especial, al inicio de los años noventa y la denominada Batalla de Ideas10 ya iniciada la presente centuria.

Preparar al hombre y la mujer para la vida

Fidel desarrolló una pedagogía problémica del estudio y el trabajo. En su criterio “el trabajo no debe ser una actividad profesional,... no debe ser una medio de vida, sino que el trabajo debe ser parte de la formación,..., de la educación del joven… ha de ser el trabajo el gran pedagogo de la juventud...”11.

La concepción de la combinación del estudio con el trabajo se abre a un amplio concepto de “educación para la vida”12. Continúa con un énfasis particular en la educación formal, en los hábitos de convivencia y cortesía13 y la incorporación de la educación física, el deporte y la educación artística. Estas áreas de la educación se conciben como parte sustantiva del propósito de lograr una mujer y un hombre con una cultura general integral.

La incorporación a los programas docentes de los nuevos conocimientos científicos y las tecnologías de avanzada, fue preocupación constante de Fidel. Si hoy el país dispone de un pujante sistema de ciencia, tecnología e innovación, con capacidad de respuesta para hallar soluciones certeras a las disímiles problemáticas que plantea la producción y la ingeniería social socialista, ello se debe al aporte decisivo que ha tenido la estrategia educacional fidelista.

La praxis pedagógica

Para Fidel la Pedagogía “es la ciencia de inculcar el máximo de conocimientos; debe enseñar sobre todo, al individuo a pensar”14. Se pronunció por una pedagogía científica, que despliegue de la inteligencia y las capacidades creativas de los sujetos de la educación15. Comparte la consideración de la unidad de educación y la instrucción, de la enseñanza y el aprendizaje, de la combinación estudio-trabajo como articulaciones de y para la perfectibilidad humana.

Fidel fue un crítico tenaz de su propia obra, y abordó con los maestros, niños, niñas y jóvenes con plena transparencia las dificultades y problemáticas que se presentaban en el curso de los acontecimientos. Lejos de prácticas triunfalistas siempre buscó con suma transparencia dar la información precisa.

A la escuela como institución central del sistema educacional Fidel le prestó una sistemática atención. Reflexiona junto a los asistentes a las diversas concentraciones y actos relacionados con la inauguración de escuelas, cómo es que él las concibe: Posee todo un ideario al respecto que va desde la concepción de los Círculos Infantiles hasta la Universidad16. Fue generador de nuevos tipos de escuela de carácter vocacional y politécnico, y se preocupó por las condiciones higiénicas y de organización. “La escuela no es, por supuesto el edificio, la escuela es una comunión entre el maestro y los niños de cada lugar”17, sintetizaba.

La prioridad que da al tema escolar como gobernante, su concepto de la responsabilidad estatal y gubernamental con la escuela como institución, está en una perspectiva de corresponsabilidad social y familiar, por ello afirma: "La educación no se inicia en las escuelas; se inicia en el instante en que la criatura nace. Los primeros que deben ser esmeradamente educados son los propios padres..."18.

En la tradición pedagógica marxista Fidel asume el concepto formación como categoría de superior nivel de generalización teórica19, y se pronuncia por lograr el resultado mejor, más multifacético e integral para todos y todas, en la consideración de que lo formativo no es un punto de llegada sino un proceso vital que nos acompaña con cualidad natural de trascendencia. En Fidel el propósito de la formación educacional fue desarrollándose en la medida que avanzó la propia obra revolucionaria. Hoy se sintetiza en lograr profesionales, trabajadores y ciudadanos que sean portadores de una cultura general integral.

Para Fidel en tanto martiano y marxista, no hay formación sin praxis revolucionaria, y para tal resulta decisiva la lucha por ampliar los horizontes de la justicia social como base de la dignificación humana, de la dignidad nacional, laboral, personal.

La enseñanza además tiene que ser de calidad. En el orden didáctico, en tiempos de la Revolución Científico Técnica y de la Revolución infocomunicacional, Fidel expresó una pedagogía de la praxis socio-tecnológica. En cuanto a los sujetos principales del proceso defendió en una perspectiva socialista la interacción democrática del profesor y los alumnos, y el empoderamiento en igualdad de ambos a nivel institucional. Impulsó, además, a construir y practicar una pedagogía internacional aplicada con éxito en más de 50 países.

Educador Social: Pedagogo de la Revolución:

Fidel, como líder de la Revolución, fundador del Estado socialista y del nuevo Partido de todos los revolucionarios cubanos, fue el educador por excelencia de la vanguardia y del pueblo. Las concepciones fidelistas hechas conciencia colectiva, devenidas en retos a la práctica y teoría pedagógica adelantaron los propios acontecimientos, sirvieron de modelo y acicate, de referencial de criticidad y pivote de desarrollo. Desde Fidel y con Fidel se pensó, se hizo y se acertó en Revolución Educacional y teoría pedagógica, en Fidel se hallaban las inconformidades y los puntos de criticidad propositiva frente a los errores e insuficiencias de la obra revolucionaria. De ahí la certera concepción del profesor Rolando Buenavilla Recio sobre la condición de Fidel como educador social20.

En plena dialéctica histórico concreta, puede afirmarse que las concepciones revolucionarias fidelistas han trascendido a las masas a partir de su labor educativa21. En tal perspectiva Paulo Freire definió a Fidel –también a Ernesto Che Guevara y Amilcar Cabral- como pedagogo de la Revolución22.

La filosofía fidelista de la educación puede ser entendida a partir de comprender la misma como una teoría universal y una praxis consecuente sobre los problemas de la cultura y la educabilidad de los niños y niñas, de los y las jóvenes, del hombre, la mujer, de la sociedad, sus diversos sujetos y de esta como totalidad, de la transformación revolucionaria de todos y todas en una perspectiva de lucha anticapitalista, antimperialista y socialista. En el orden político, Fidel defiende una Pedagogía para la Revolución y la emancipación de las conciencias y las circunstancias.

Para Fidel lo educacional existe en nexo íntimo y tránsito recíproco con los conceptos de cultura, ciencia, política y eticidad. Y tiene su concreción objetiva en la calidad de la vida espiritual y material que alcance, en la emancipación de las relaciones humanas, en la desenajenación de las circunstancias y de los sujetos colectivos e individuales. Por ello su filosofía de la educación como sistema teórico y escuela de pensamiento, se expresa en sus reflexiones acerca de las bases y significados de la educación, como vehículo de desenajenación y formación integral de los seres humanos, su modo de vida y filosofía moral.

En tanto la ya subrayada centralidad de la ética, la Pedagogía de Fidel ha sido eminentemente una Pedagogía del ejemplo personal, del diálogo de principios desde los valores del humanismo, la justicia social y la dignificación de cada niño o niña, joven, hombre y mujer, de la búsqueda consciente de la perfectibilidad de la sociedad y de los individuos en Revolución. En su pensamiento pedagógico sobresale una infinita confianza en la niñez y la juventud, en el hombre y la mujer cubanos.

* Lic. en Educación en la especialidad de Historia y Ciencias Sociales. Profesor e investigador. Tiene publicados libros y artículos sobre temas históricos, pedagógicos y político filosóficos.
(1) Ver: Nancy Chacón Arteaga y otros: Dimensión Ética de la Educación cubana. Pueblo y Educación. La Habana, 2006.
(2) Fidel Castro: Discurso en el acto de fin de curso de la Escuela campesina Ana Betancourt, Ediciones OR, La Habana, No. 29, 1967, p 13.
(3) Este debate ideológico central, se precisa de manera muy definida en el Informe del Comité Central del PCC al primer Congreso, en 1975: “La conciencia comunista no es un producto automático de las transformaciones estructurales, ella hay que forjarla día a día en la experiencia viva de la lucha de clases, en la educación política y en la información nacional e internacional”.
(4) Ver: Discurso pronunciado por el Presidente de la República de Cuba, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 26 de mayo del 2003 en la Facultad de Derecho. Buenos Aires, Argentina. Documento.
(5) José Martí: Ob. cit., Tomo 21, p.289. 21
(6) Fidel Castro Ruz. “Discurso de clausura del Primer Congreso Nacional de Maestros Rurales”. Versión taquigráfica de las Oficinas del Primer Ministro. Centro de Documentación del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, La Habana.
(7) Fidel Castro: Obra revolucionaria, No 30, La Habana, 1961, p 22
(8) En septiembre de 1959 fueron creadas 10 mil aulas en todo el país. Se convirtieron 69 cuarteles de la antigua tiranía en escuela. Los maestros para cubrir esa ampliación inicial del servicio se garantizó con los 10 mil maestros sin trabajo que existían en el país al triunfar la Revolución y la convocatoria de 3 mil maestros voluntarios para ir a las zonas más apartadas del país.
(9) La cifra de alfabetizados fue de 707 212 adultos. En Cuba el índice de analfabetismo quedaba reducido a 3,9 por ciento del total de la población. Más de doscientos mil cubanos –cien mil jóvenes- ejercieron como maestros y propagandistas revolucionarios. La alfabetización fue llevada a más de 100 000 hogares campesinos, que se multiplicaron y vincularon con las familias de los alfabetizadores.
(10) Más de 200 programas, con el empleo de millones de dólares, se destinaron por el Estado cubano para los programas de la Batalla de Ideas. Se alcanzaron resultados realmente fabulosos en la mayoría de los programas de transformación económico-social, en la reparación y construcción de escuelas, policlínicos, salas de fisioterapia, salas de vídeo y computación, en la modernización y creación de infraestructura para las industrias culturales y en los medios masivos, en la capacitación y la universalización de la informatización, la educación artística y la educación superior. Cientos de jóvenes desvinculados del estudio y el trabajo se incorporaron para la vida laboral y cultural. Las familias más vulnerables, los ancianos y discapacitados fueron sujetos de programas especiales.
(11) Fidel Castro Ruz: Fidel habla a la juventud, Selección: 1960-1998. Casa Editora Abril- Editora Política. La Habana, 1998, p 12
(12) Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el teatro Chaplin, efectuado el 17 de septiembre de 1966.
(13) Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto central conmemorativo del XV Aniversario de la Unión de Pioneros de Cuba y XIV Aniversario de la Unión de Jóvenes Comunistas, celebrado en el teatro "Lázaro Peña", el 3 de abril de 1976.
(14) Idem. Ant.
(15) Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el teatro Chaplin, efectuada el 17 de septiembre de 1966.
(16) Odalys Barrabia Monier: Fidel Castro y su contribución a la orientación de la pedagogía cubana entre 1959-61.
(17) Fidel Castro Ruz: Discurso en el acto de graduación de maestros voluntarios en el teatro Auditórium, La Habana, 29 de agosto de 1960.
(18) Fidel Castro Ruz: Las ideas son el arma esencial en la lucha de la humanidad por su propia salvación. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2003, p, 26.
(19) La formación como proceso pedagógico para el marxismo se asume como integral y liberadora (desenajenadora). Así se expresa el concepto de totalidad de Marx.
(20) Rolando Buenavilla y otros: Concepción teórico metodológica para el estudio de Fidel Castro Ruz como educador social, Pedagogía 2017, Sello Editor Educación Cubana, La Habana, 2017.
(21) Olga Fernández: “Integridad y dialéctica del pensamiento de Fidel”, en La mujer en la Revolución y la Revolución en la mujer. Coloquio sobre el pensamiento y al obra de Fidel Editorial de la Mujer, La Habana, 1996, p 27.
(22) Paulo Freire, Esther Pérez y Fernando Martínez: Diálogos con Paulo Freire, Colección de Educación Popular, Editorial Caminos, La Habana 1997, p 20.